La intención de la performance es la de transmitir esa ansiedad, inseguridad o miedo, que sufrimos hoy en día muchísimas mujeres al vernos reflejadas en un espejo. Las escenas en blanco y negro muestran lo que pasa por la cabeza de la chica al fijarse en sus defectos. La representación de esto se plasma siendo atacada por los “ojos” de arcilla, que provienen desde el espejo donde se está mirando, rompiéndose estos al impacto contra la pared o la propia chica. Estos representan los ideales y cánones de belleza que impone la sociedad hacia las jóvenes; reflejan las miradas que nos cosifican o esos comentarios que te hace tu círculo más cercano sobre tu cuerpo, aumentando tus inseguridades.